El acto ha contado con la presencia del alcalde de Lorca, Fulgencio Gil Jódar; la presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, María del Mar Blanco Garrido, miembros de la corporación municipal y numerosos representantes de la sociedad civil
Miguel Ángel Blanco era concejal de la localidad vizcaína de Ermua y fue secuestrado y asesinado por el grupo terrorista ETA en 1997 con 29 años
María del Mar Blanco, presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco: “Veintisiete años después el ‘espíritu de Ermua’ sigue vivo, la respuesta social es contundente en el respeto a las víctimas del terrorismo y, sobre todo, a su defensa, donde la dignidad está por encima de cualquier tipo de negociación”
Fulgencio Gil, alcalde de Lorca: “Lorca fue la primera ciudad de España en imponer a una calle con el nombre de Miguel Ángel Blanco, y desde entonces, todos los años hemos realizado un acto en su recuerdo”
19 de julio de 2024. Lorca ha rendido este viernes un emotivo homenaje a Miguel Ángel Blanco, concejal de la localidad vizcaína de Ermua, que fue secuestrado y asesinado por el grupo terrorista ETA en 1997 a la edad de 29 años. En el acto han participado el alcalde de Lorca, Fulgencio Gil Jódar; la presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, María del Mar Blanco Garrido, miembros de la corporación municipal y numerosos representantes de la sociedad civil.
El alcalde de Lorca ha destacado que “este año, el homenaje a la figura de Miguel Ángel Blanco Garrido es especial, y lo es porque contamos con la presencia de su hermana María del Mar Blanco Garrido, que ha tenido a bien acompañarnos en este momento tan emotivo que conmemoramos todos los años”. Y ha manifestado que “Lorca fue la primera ciudad de España en imponer a una calle con el nombre de Miguel Ángel Blanco, y desde entonces, todos los años hemos realizado un acto en su recuerdo”.
Fulgencio Gil, durante su intervención, ha subrayado la importancia de este homenaje afirmando que “Miguel Ángel Blanco es patrimonio de todos los españoles, simboliza el heroísmo, la dignidad, la defensa de los derechos humanos y de la democracia, así como el sufrimiento de las mil víctimas que ha causado ETA en España”, y ha señalado que “este homenaje tiene que servir como recuerdo, pero también para que nadie olvide que las víctimas del terrorismo siguen sufriendo y que tienen que seguir sintiendo el pleno apoyo de todos los españoles. La lucha antiterrorista de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y la unidad de los demócratas es la única fórmula eficaz para desterrar para siempre a los terroristas”.
El alcalde de Lorca ha agradecido a todos los ciudadanos su presencia en este acto, pero en especial a María del Mar Blanco, ya que “tener a María del Mar en Lorca es un privilegio para todos los lorquinos. No podemos olvidar el sufrimiento de las familias que han vivido en sus carnes el daño causado por ETA; ni a Miguel Ángel Blanco, a quien recordaremos en este acto en honor a su memoria, que perdurará para siempre, formando parte de la victoria de toda la sociedad contra el terrorismo hace ya veintisiete años”, ha concluido.
María del Mar Blanco, por su parte, ha resaltado que “Lorca es una ciudad comprometida con la memoria, la dignidad y la justicia de todas las víctimas de del terrorismo. Es para mí un verdadero honor poder estar hoy aquí y que veintisiete años después se siga honrando de una manera tan digna la memoria de un héroe de la democracia y de una víctima del terrorismo”, y ha añadido que “a los familiares de las víctimas nos honra y nos reconforta saber que una parte muy importante de la sociedad no los olvida”.
La presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco ha expresado que es impresionante cómo, 27 años después, la gente sigue recordando con exactitud lo que estaba haciendo durante las 48 horas en las que ETA tuvo secuestrado a su hermano y en las que toda España permaneció en vilo. “No solo recuerdan el momento en que apareció mi hermano, herido de bala, en un monte, sino también cómo durante esas 48 horas lucharon de manera cívica y democrática en las calles para impedir que los etarras llevaran a cabo su amenaza. Aquella amenaza, una pena de muerte anunciada con un plazo de tan solo 48 horas para la vida de un joven de 29 años, que a día de hoy sigue siendo recordada por todos”, ha señalado.
Asimismo, Blanco Garrido ha afirmado que “Lorca fue ejemplo de esa rebelión cívica y democrática contra el terrorismo que permitió marcar un antes y después en la lucha contra el terrorismo y marcar, sobre todo, el principio del fin de ETA, porque por primera vez, los demócratas nos reunimos por el ‘espíritu de Ermua’, y ha indicado que “aquella unidad política y social marcó una verdadera línea roja que separaba a los demócratas, a las personas que defendíamos la paz, la libertad y la convivencia democrática de los totalitarios, de los que estaban en contra de la libertad”.
María del Mar Blanco ha concluido destacando que “de ese respeto y de esa convivencia democrática, veintisiete años después el ‘espíritu de Ermua’ sigue vivo, la respuesta social es clara y contundente en el respeto a las víctimas del terrorismo y, sobre todo, a su defensa, donde la dignidad está por encima de cualquier tipo de negociación”.
Miguel Ángel Blanco fue concejal del PP en Ermua entre los años 1995 y 1997. Tenía 29 años cuando ETA lo secuestró el 10 de julio de 1997, chantajeando al gobierno con asesinarle si no acercaba a los presos de esa organización a las cárceles vascas. 48 horas después, apareció tiroteado en la localidad guipuzcoana de Lasarte.