El paradigma de casa barroca lorquina lo constituye, sin duda, la Casa de Guevara, conocida popularmente como “Casa de las Columnas”. Concebida para exaltar el linaje familiar y dar cuenta de un status social y económico superior, por su arquitectura y por la impresionante colección de bienes muebles que alberga fue declarada Bien de Interés Cultural en 2008, encontrándose hoy musealizada y dispuesta para visitas guiadas.

Habitada ininterrumpidamente durante 300 años desde su construcción por Juan de Guevara (1656-1710), atesora en su interior una completa colección de objetos comprendidos entre los siglos XVII y XX que incluye muebles, interesantes suelos cerámicos, pinturas de notable interés, lámparas, abanicos y una variada muestra de enseres propios del uso doméstico. La Casa de Guevara fue donada al pueblo de Lorca en 1971 por su última poseedora, Concha Sandoval Moreno, baronesa de Petrés y de Mayals (1893-1988).

El largo proceso de construcción del edificio, iniciado por el letrado Juan de Guevara y su hijo Gómez de Guevara, lo concluiría Juan de Guevara en 1705, mayorazgo del linaje, hidalgo notorio y caballero de la Orden de Santiago. Cuando en 1672 muere Gómez de Guevara, la estructura cuadrada del edificio y una sencilla fachada de piedra se hallaban en pie, quedando la obra incompleta al faltar el patio columnado y la escalera principal de cantería.

En 1690, al acceder Juan de Guevara a los bienes del mayorazgo, se retomó el proyecto de casa con patio central porticado que había quedado interrumpido a la muerte de su padre. En 1691 se concluía la escalera principal, en 1694 la portada y el patio lo labraría Pedro Sánchez Fortún en 1705. Escalera y fachada se atribuyen a los canteros oriolanos Caro, Villanueva y Sánchez Eslava.

La Casa de Guevara es una construcción exenta, concebida en altura con dos plantas y una galería de arcadas de ladrillo en la parte superior que aligera la pesadez que produce su forma cúbica.

La portada se realizó tomando como modelo los retablos barrocos con columnas salomónicas en sus dos cuerpos, que proliferaron en la zona de Levante siguiendo esquemas netamente italianos.

Los motivos religiosos han sido sustituidos aquí por los heráldicos: escudo de Guevara en la parte central, flanqueado por otros dos de García de Alcaraz, y en la parte alta, a ambos lados de la cruz de Santiago, los apellidos Pérez de Meca y Ponce de León propios del linaje de la mujer de Juan de Guevara.

La trama simbólica desplegada en la decoración de portada, patio y escalera principal de la Casa La trama simbólica desplegada en la decoración de portada, patio y escalera principal de la Casa ha sido calificada como una "via triumphalis". La portada contiene dos niveles de significación relacionados entre sí. En la parte inferior aparecen elementos como la garza, los ángeles trompeteros y aquellos otros que luchan contra dos monstruos, que tienen un claro simbolismo moralizante referido a la salvaguarda que siempre se ha de observar con respecto al honor y la fama de la persona, que se han de ver incrementadas mediante la virtud y el valor personal. Esas cualidades, exigidas a los caballeros de la Orden de Santiago, sirven de soporte para la representación familiar que se hace en el nivel superior mediante escudos que suponen un canto a las ejecutorias de hidalguía de la familia del caballero santiaguista, cobrando mayor relevancia la representación central del apellido de los Guevara.

También aparecen los de García de Alcaraz y los de su mujer, cumpliendo así con otra exigencia para el ingreso en la Orden: ser hidalgo al menos por los cuatro primeros apellidos, además de ser probado cristiano viejo. Todo lo expuesto se resume en el lema latino que se incorporó al escudo central "POTIUS MORI QUAM FOEDARI" (Es preferible morir a ser mancillado/deshonrado). La exaltación del linaje continúa en el patio con la aparición en las enjutas de los arcos del escudo de la Orden junto con el de Guevara, ahora circundado de laurel, y viene a finalizar bajo el retrato ecuestre de don Juan existente en la escalera, donde de nuevo encontraremos el escudo familiar cruzado por la cruz de Santiago. La Inmaculada Concepción colocado junto al retrato de don Juan, se situó allí en recuerdo de la defensa que se comprometían a hacer los caballeros santiaguistas de la creencia piadosa que sería declarada dogma ya en el siglo XIX.

BOTICA SALA JUST

En el propio patio de la Casa quedó instalada en 2019 la interesante botica de José Sala Just. Inaugurada en 1896, fue regentada por el farmacéutico y sobresaliente personaje de la cultura local José Sala Just, hijo del fundador del establecimiento, entre 1927 y 1991. Junto al mobiliario de estilo ecléctico del tallista local Juan Campos Sáez, se encuentra un completo botamen de la factoría catalana de Giralt así como todo tipo de útiles propios del oficio y antiguos productos con su embalaje y anuncios originales.