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El Ayuntamiento apuesta por subir el tono en la lucha contra el cambio climático sumándose al Pacto de los Alcaldes sobre el Clima y la Energía, promovido por la Unión Europea

El Ayuntamiento apuesta por subir el tono en la lucha contra el cambio climático sumándose al Pacto de los Alcaldes sobre el Clima y la Energía, promovido por la Unión Europea



Lorca se integró en el Pacto de los Alcaldes en 2011 y elaboró su Plan de Acción para la Energía Sostenible que garantiza la mejora de la eficiencia energética en el municipio, Este documento fue aprobado por el Consistorio en 2013 y aceptado por Bruselas en 2014.



26 de febrero de 2018. La Concejal de Urbanismo y Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Lorca, Satur Martínez, ha informado que el Ejecutivo Municipal va a proponer la incorporación de la ciudad al Pacto de los Alcaldes sobre el clima y la energía (horizonte 2030). Estamos hablando de un acuerdo impulsado por parte de la Comisión Europea (CE) como acción clave en la Estrategia de la Unión de la adaptación al cambio climático. El objetivo es implicar y apoyar a las autoridades locales a la hora de actuar para mitigar el cambio climático.



Satur Martínez ha manifestado que con esta adhesión el Ayuntamiento se comprometería básicamente a reducir las emisiones de CO2) en un 40% antes de 2030 (y otras de gases de efecto invernadero, en particular a través de la mejora de la eficiencia energética y un mayor uso de fuentes de energía renovables). Se persigue, además, aumentar su resiliencia mediante la adaptación a las repercusiones del cambio climático, así como llevar a cabo un inventario de emisiones de referencia y una evaluación de riesgos y vulnerabilidades derivadas del cambio climático.



La Edil de Medio Ambiente ha indicado que también se prevé la elaboración de un Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible en el plazo de dos años.



Satur Martínez ha explicado que desde su lanzamiento, el Pacto de los Alcaldes ha sido reconocido como un instrumento clave de la UE, particularmente en la estrategia de la Unión de la Energía (CE, 2015) y la estrategia de Seguridad Energética Europea (CE, 2014) para acelerar la transición energética y mejorar la seguridad del suministro energético. La UE aprobó en octubre de 2014 el marco de actuación en materia de clima y energía hasta el año 2030 que establece nuevos objetivos de energía y clima: reducción interna de un 40 %, como mínimo, de las emisiones de gases de efecto invernadero; consumo



Hemos de recordar que el Ayuntamiento de Lorca, en su compromiso por la lucha contra el cambio climático, se adhirió el 4 de marzo de 2011, al “Pacto de Los Alcaldes”. Dicha iniciativa de la Comisión Europea, orientada a las autoridades locales, suponía un compromiso de las ciudades firmantes para reducir las emisiones de CO2 en los respectivos ámbitos territoriales de cara al año 2020. Para alcanzar dicho objetivo, el Consistorio realizó (en el plazo de un año desde la firma del Pacto de Los Alcaldes), un Plan de Acción para la Energía Sostenible (PAES), que garantizara la mejora de la eficiencia energética en el municipio, así como la producción de una energía más limpia, animando al consumo responsable de la misma. Recordemos que este Plan de Acción, fue aprobado por el Ayuntamiento de Lorca en el año 2013, y definitivamente aceptado por Bruselas en octubre de 2014.



En la misma línea contra el cambio climático, el Ayuntamiento quiere profundizar en su, compromiso, con objetivos más ambiciosos, sumándose al Pacto de los Alcaldes sobre el clima y la energía (horizonte 2030).



El Ejecutivo Municipal comparte la visión de un futuro sostenible, dentro del proyecto de ciudad que se está desarrollando en Lorca gracias al esfuerzo común de toda sociedad. La Nueva Lorca que estamos levantando juntos tiene que dirigirse hacia un horizonte más respetuoso con el medio ambiente. Este objetivo común debe centrar nuestras acciones a la hora de afrontar los siguientes retos interconectados: mitigación del cambio climático, adaptación y energía sostenible. Juntos, estamos dispuestos a tomar medidas concretas y a largo plazo que garanticen un entorno estable desde el punto de vista económico, social y medioambiental para las generaciones actuales y futuras. Nuestra responsabilidad colectiva implica construir territorios más sostenibles, atractivos, habitables, resistentes al cambio climático y energéticamente eficientes.



El cambio climático ya es una realidad y constituye uno de los mayores retos de nuestra era que requiere una acción y cooperación inmediatas entre las autoridades locales, regionales y nacionales de todo el mundo.



Las entidades locales desempeñan un papel clave en la transición energética y la lucha contra el cambio climático, ya que gobiernan más cerca de la ciudadanía. Comparten con los gobiernos regionales y nacionales la responsabilidad de luchar contra el cambio climático y están dispuestas a actuar independientemente de los compromisos que asuman otras partes. Las autoridades locales y regionales de cualquier situación socioeconómica o ubicación geográfica encabezan la lucha por reducir la vulnerabilidad de su territorio frente a las diferentes consecuencias del cambio climático. Aunque ya se han emprendido acciones para reducir las emisiones, la adaptación continúa siendo un complemento a la mitigación necesario e indispensable.



La adaptación al cambio climático y la mitigación al mismo aportan numerosas ventajas al medio ambiente, la sociedad y la economía. Al abordarlas de forma conjunta, se abren nuevas oportunidades para promover el desarrollo local sostenible. Esto incluye la creación de comunidades inclusivas, resistentes al cambio climático y energéticamente eficientes; la mejora de la calidad de vida; el fomento de la inversión y la innovación; el impulso de la economía local y la creación de puestos de trabajo; el refuerzo de la participación y la cooperación de las partes interesadas.



Las soluciones locales a los retos energéticos y climáticos ayudan a promover una energía segura, sostenible, competitiva y asequible para los ciudadanos y contribuyen, de esta forma, a reducir la dependencia energética y a proteger a los consumidores más vulnerables.