La mejora de las cuentas de Limusa permite financiar con recursos propios la renovación del CGR, construir la base logística y modernizar la maquinaria de limpieza urbana
De generar pérdidas en 2008 de 193.630,86 € a generar unos beneficios de 1.702.004,60 € en el año 2017, con las tasas de recogida de basura congeladas, y aumentando los ingresos por recogida de residuos de otros municipios, y aumentando el rendimiento de los ingresos por venta de residuos separados para reciclar
21 de marzo de 2018. El Concejal delegado de la empresa municipal de limpieza, Limusa, Juan Francisco Martínez, ha informado que Limusa ha conseguido cerrar el año 2017 con el mayor beneficio de su serie histórica, encadenando el noveno ejercicio en positivo, lo que significa dejar atrás una etapa oscura, en beneficio de todos los lorquinos. Estamos hablando de un beneficio que supera 1,7 millones. Hemos de indicar que la gestión del pasado año ha ido encaminada a la consolidación de una mejora económica que permita financiar con recursos propios la construcción de las infraestructuras de presente y futuro que necesitan los lorquinos para lograr un tratamiento adecuado de los residuos sólidos urbanos, sin aplicar ninguna subida en el recibo. De hecho la evolución económica en positivo de Limusa nos permite afrontar con garantías la construcción del nuevo vaso de vertido, logrando cero endeudamiento, incrementando la plantilla, congelando las tasas e incrementando la cifra de negocios en 450.000 euros,
Martínez Carrasco ha explicado que la cifra de ventas de Limusa se eleva por encima de los 12 millones, al tiempo que se han alcanzado acuerdos sociales con los comités de empresa y se ha realizado una importante serie de inversiones en maquinaria y recursos materiales. En esta línea, los beneficios de 2017 en Limusa permiten afrontar las inversiones necesarias para prestar un servicio cada vez más sostenible social y ambientalmente.
El Edil de Limusa ha manifestado que gracias a este trabajo la empresa garantiza su capacidad para obtener recursos. En ciernes se encuentra la puesta en marcha de la celda 3 del vaso de vertido, con una inversión de 4,3 millones de euros, además del centro logístico, por un importe estimado de 1,75 millones de euros, y unas necesidades operativas previstas de 1,2. La sociedad municipal es, con estas cifras, independiente a nivel financiero del Ayuntamiento, de hipotecas, y de autorizaciones de otras administraciones.
Juan Francisco Martínez ha destacado que, echando la vista atrás, la gestión estratégica llevada a cabo en Limusa en los últimos diez años se podría definir socialmente como previsora. El objetivo ha sido, y ahora se demuestra, anticipar soluciones al bienestar social presente y futuro, sin añadir carga impositiva. La mejor prueba de ello es cómo se ha pasado de tener un vertedero de residuos agotado, a tener un nuevo vaso de residuos para los próximos 40 años.
En este periodo, la empresa pública ha pasado de tener una deuda de 4,4 millones a disponer de fondos para afrontar sus inversiones; de pagar grandes cantidades de intereses por deuda a que sea prácticamente algo residual; de tener unas reservas de menos de 500.000 euros en 2008 a unas reservas acumuladas a finales de 2017 superiores a 6 millones, y todo ello con unas tasas de basura municipales congeladas desde el año 2011, siete años consecutivos.
Crece a ritmo del 40% interanual
En números, 2017 arroja un crecimiento interanual del 38,98% al haber cerrado el año anterior con un resultado de explotación de 1,224 millones de euros. Mientras que el endeudamiento ha caído un 30,68%. En los últimos diez años se ha bajado casi 4 millones de euros, prácticamente el coste de la celda 3 del vaso de vertido, que se está construyendo exclusivamente con recursos propios y sin necesidad de financiación externa.
La cifra de negocio ha vuelto a subir, cerca de medio millón de euros, impulsado por el mayor flujo de recuperación de materiales en la nueva planta del Centro de Gestión de Residuos, tanto de la fracción resto como de la línea selectiva. La compañía cumple su plan estratégico basado en la explotación industrial del Centro de Gestión de Residuos, una infraestructura que con prácticamente 12,5 millones de euros invertidos en cuatro fases (2013, 2014, 2015 y 2016) y otros 6 millones de euros ya aprobados para dotarlo de un nuevo equipamiento e instalaciones para la optimización de procesos de gestión y clasificación de los desechos urbanos, con el objetivo de incrementar la capacidad de recuperación de materiales orgánicos e inorgánicos. Nada tiene que ver con la vetusta planta inaugurada en 1999.