Fulgencio Gil: “invito a la ministra a que venga y conozca el daño que provoca quitándonos el agua, una decisión soberbia y un atraco contra la agricultura”
El Alcalde recuerda que no hay un pueblo que ahorre y cuide más el agua que el lorquino. Aquí asistimos a un milagro diario, ante el que responden con desprecio. Esta medida solo trae paro, ruina y recesión, además de dar vía libre al avance de la desertización.
29 de noviembre de 2018. El alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, ha calificado de “especialmente dañina contra los lorquinos y la comarca del Guadalentín” la decisión del actual Gobierno de España de denegar a los agricultores de nuestra tierra el agua que tanto necesitan para sacar adelante sus producciones. Un rechazo cuyas perjudiciales consecuencias son particularmente injustas ahora que hay agua de sobra en la cabecera del Tajo. No hay ningún problema en aprobar un trasvase de hasta 20 hm3, y en lugar de eso nos responden con cero absoluto para la agricultura.
Fulgencio Gil ha manifestado que la de hoy es una mañana aciaga para nosotros, ya que esta incomprensible decisión del Gobierno de España constituye un ataque sin precedentes contra los lorquinos y la comarca del Guadalentín. Siempre hemos defendido que en España tiene que prevalecer el principio de generosidad entre todos los ciudadanos, independientemente de donde residan, pero ante esta realidad, que responde al sentido común, el Gobierno de España prefiere permanecer ciego.
El alcalde ha indicado que aquí vivimos de esto, y me preocupa mi gente, las miles de familias que se ganan la vida arrancando de la dura tierra los mejores alimentos y de mayor calidad que ponemos en las despensas de toda Europa. Parece que alguien no se ha enterado de que si queremos frutas y verduras de calidad no pueden negarle a nuestra gente el agua que tanto necesitan. Es incomprensible que ataquen de esta forma a nuestro principal motor socioeconómico. Están dañando a quienes sacan adelante esta tierra, con decisiones que solo traen paro, ruina y recesión, además de dar vía libre al avance de la desertización de nuestros suelos.
El Primer Edil ha subrayado que tras la conversación sobre este asunto mantenida con el Presidente Regional, Fernando López, no solamente nos preocupa esta intolerable decisión, sino las formas y la actitud de la ministra. Exijo que aparquen la soberbia que están imponiendo y les invito a que en vez de tomar decisiones desde la ignorancia en un despacho a 500 kilómetros, que vengan a Lorca, que aquí no nos comemos a nadie, y yo mismo les acompañaré para que conozcan en primera persona cómo la gente de esta tierra se deja la vida por sus cultivos y aprovechamos hasta la última gota de agua para nuestros campos. No hay un pueblo que ahorre y cuide más el agua que el lorquino. Les invito a que vengan, a que conozcan nuestras cooperativas y a las miles de familias que trabajan en ellas, además de ser conscientes de hasta qué punto la lucha por el agua configura nuestra historia desde hace siglos. En Lorca asistimos a un milagro diario, ante el que están respondiendo con desprecio.
Fulgencio Gil ha subrayado que a los lorquinos nos molesta la frialdad que se ha tenido negándonos el agua, y la temeridad de una medida perjudicial para todos, El agua no es de Pedro Sánchez ni de la ministra, es de todos, y no se puede hurtar la que legalmente correspondía a los agricultores de esta comarca. Me parece un atraco, más aún cuando hace unos días excusaban su decisión en una supuesta rotura en el trasvase y ahora cambian para decir que se debe a que ha llovido en Murcia.
El Alcalde ha anticipado que en los próximos días mantendrá una reunión con representantes del sector para establecer el alcance del daño de esta negativa del actual Gobierno de España, y ha recordado que en los últimos meses se están acumulando noticias negativas: retrasos en la llegada del AVE, desvío de inversiones para pagar deudas electorales con partidos que quieren romper España, paralizan las obras del Palacio de Justicia, y en lugar de frenar esta escalada, ahora nos niegan hasta el agua que sobra.