Limusa amplía hasta el 28 de febrero el periodo de renovación de las tarjetas de residente para mayor seguridad sanitaria frente a la COVID-19

La empresa municipal pretende evitar la confluencia de ciudadanos en espera para realizar el trámite y recuerda que Limusa cuenta con la tecnología de pago con tarjeta sin contacto. Para la atención presencial, ineludible para la renovación de la tarjeta residente, es necesaria cita previa

8 de enero de 2021. El vicealcalde de Lorca y concejal de Empresas Públicas, Francisco Morales, ha informado de la ampliación, por parte de la empresa municipal Limusa, del periodo de renovación de las tarjetas de residente hasta el 28 de febrero con el objetivo de proporcionar una mayor seguridad frente a la Covid-19.

Francisco Morales ha afirmado que “Limusa amplía hasta finales de febrero el periodo habitual de renovación de las tarjetas modelo comercio/residente que acredita para estacionar en zona verde de la ORA con el fin de poder atender con las máximas garantías de seguridad sanitaria posible a todos los ciudadanos mediante el sistema de cita previa”.

La empresa se ha ajustado a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que indica que pagar con tarjeta podría ayudar a reducir el riesgo de transmisión del coronavirus. Para ello Limusa cuenta con la tecnología de pago ‘contactless’ que evita el contacto para teclear en el datáfono y reduce el riesgo de transmisión.

El concejal de Empresas Públicas ha detallado que “para la atención presencial, ineludible en el caso de la tramitación de la tarjeta de residente, es necesario disponer de cita previa, lo que ralentiza la sistemática de atención al público. La cita previa se puede obtener de lunes a viernes no festivo llamando al teléfono 968 46 78 58”.

La ampliación del plazo habitual de renovación de un mes, históricamente el de enero, a dos meses (enero y febrero) conllevará una atención presencial que permita evitar la confluencia de ciudadanos en espera para realizar trámites, así como guardar la distancia social de seguridad interpersonal derivada de la emergencia ocasionada por el riesgo comunitario que supone la pandemia provocada por el Covid-19 (SARS-Cov-2).