Tras la visita y revisión de los técnicos se consideraba necesario el cierre de la infraestructura turística
El edificio, que data del siglo XVIII, presenta graves problemas, desde filtraciones y humedades hasta desprendimientos de techo, abombamiento del suelo y carcoma
Con más de 60 plazas, incluyendo la casa rural, el equipamiento ha llegado a contar con restaurante, sala de reuniones, chimenea y calefacción central
5 de octubre de 2023. Desprendimientos de yeso, filtraciones de agua, abombamientos de suelo, rollizos deteriorados y deformados, humedades, carcoma… Estos son solo algunos de los daños que presenta el albergue de Casa Grande en la pedanía de Coy.
Este enclave ha sido, durante muchos años, uno de los hospedajes más conocidos y visitados de la comarca pero, sin embargo, a día de hoy, el edificio cuenta con importantes problemas, no solo estéticos sino también estructurales.
Así lo han atestiguado los técnicos del Ayuntamiento de Lorca que han considerado cerrar la instalación al uso público tras haber visitado y revisado todas y cada una de las estancias del edificio. “Fue el pasado mes de septiembre, cuando tras tener conocimiento de unos desprendimientos, cuando dispusimos inmediatamente la inspección, por parte de los técnicos municipales. Tan pronto fuimos informados de las consideraciones y conclusiones de los especialistas, tomamos la decisión de cerrar sus puertas”, indicaba el concejal de Turismo, Santiago Parra Soriano.
“Los daños son numerosos y lo más importante es salvaguardar la integridad de los visitantes que puedan estar interesados en acudir y pernoctar en el albergue; las condiciones no son idóneas, y ahora hay que valorar los siguientes pasos de cara a una posible reforma, pues la inversión para su ejecución es muy importante”, añadía Parra Soriano.
Y es que las patologías detectadas por los arquitectos no son pocas. El edificio presenta numerosas filtraciones de agua en diversos puntos, lo que está provocando su deterioro; en muchas zonas existe peligro de desprendimiento de los revoltones de yeso, del falso techo de placas y del falso techo de cañizo y yeso; la carcoma parece extenderse por gran parte del edificio más allá de la carpintería, pudiendo llegar a zonas estructurales (es decir, a los rollizos, muchos de los cuales -además- sufren deformaciones graves); la cubierta debe desmontarse, intentando recuperar las tejas servibles, y actuar en las zonas donde se han producido asentamientos. En definitiva, daños que no permiten la continuidad de su apertura, insistía el edil de Turismo.
“Ya en 2015, el albergue de Casa Grande protagonizó unas obras de reparación por las consecuencias sufridas tras el terremoto de mayo de 2011, que afectó fundamentalmente a la cubierta y ocasionó desprendimientos, fisuras y despintados; pero ahora los trabajos y las obras a las que hay que hacer frente son de mayor calado”, detallaba Santiago Parra.
Hasta el momento, esta antigua casa solariega del siglo XVIII rehabilitada, respetaba en la práctica todos sus rasgos originales. Como albergue sumaba más de 60 plazas, incluyendo la parte de casa rural independiente en la primera planta, llegando a contar con restaurante, sala de reuniones, chimenea y calefacción central. Incluso un ‘museo artesano’ sobre actividades de antaño (algunas de las cuales se mantienen con vida en la actualidad), lo que aportaba aún más valor cultural y turístico a este conocido hospedaje en las tierras altas de Lorca.
Tras la valoración de las obras, que podrían superar los 200.000 euros, se busca financiación para acometerlas. “Estamos trabajando en distintas líneas de actuación. Desde que tuvimos conocimiento de la situación en que se encuentra el albergue municipal de Casa Grande no hemos cesado. La intención es conseguir ese montante económico e iniciar lo antes posible las obras con intención de que reabra cuanto antes”, concluía Parra Soriano.