El consistorio se suma a la denuncia de Asdifilor que pone de manifiesto la discriminación que sufren las personas con discapacidad por parte de los servicios de autobús que comunican Lorca con Murcia y Águilas
La asociación planteó el pasado noviembre en la mesa del ferrocarril esta situación y otras cuestiones relacionadas con la accesibilidad durante las obras del AVE y como será a su terminación de las mismas, sin respuesta
El concejal de Infraestructuras, Ángel Meca: "el servicio de autobuses alternativos no funciona. Los usuarios con movilidad reducida tienen que realizar la solicitud de plaza con 24 horas de antelación y estos tienen capacidad solamente de una silla de ruedas o escúter, por lo que la efectividad del servicio depende de la demanda”
Miércoles, 12 de diciembre. “Transcurridos más de dos años desde que se eliminó el servicio de cercanías en Lorca, a causa de las obras del AVE a su paso por la ciudad, continuamos con las mismas problemáticas”.
Así de tajante se mostraba el concejal de Infraestructuras del Ayuntamiento de Lorca, Ángel Meca, en la exposición que hacía esta mañana acerca de las circunstancias “incomprensibles” a las que se ven sometidas las personas con movilidad reducida cuando necesitan desplazarse desde Lorca, teniendo que utilizar el servicio de autobuses que sustituye al de cercanías en el municipio, concretamente de la línea C2 (Águilas-Lorca-Murcia).
“Desde el Ayuntamiento seguimos insistiendo y reivindicando la mejora del servicio de autobuses que Renfe puso a raíz de su cese en el municipio, hace ahora más de dos años. Entonces se puso como asistencia alternativa supletoria el transporte en autobús por carretera. Algo que entendimos que era bueno, pero que poco a poco debía ir mejorándose según la demanda, pero aún continuamos con la misma problemática desde que se inició”, indicaba el edil.
Las personas con movilidad reducida que deseen viajar o trasladarse utilizando la línea C2 “deben realizar una reserva con 24 horas de antelación a través de un número de teléfono ofertado por Renfe, es decir que deben tener como mínimo la previsión de su viaje un día antes, sin atender a posibles imprevistos o necesidades de traslado urgentes. Además, no todos los autobuses de esta línea cuentan con la disponibilidad de acceso para sillas de ruedas o escúter, lo que deja el servicio incompleto. Y aquellos que lo contemplan, solo cuentan con capacidad para una plaza, por lo que la efectividad del mismo depende, además, de la demanda”, explicaba Ángel Meca.
“Una auténtica odisea, añadía, porque 27 meses después de la puesta en marcha de estos autobuses, no ha habido ninguna mejora. Es el Estado tiene que dar ejemplo, teniendo en cuenta la legislación de Accesibilidad Universal. Y es en ese sentido en el apelamos Renfe para que el servicio de autobuses adaptados para personas con movilidad reducida sea real, verdadero; y que no tengan que hacer una pre reserva. Cualquier persona a la que le surja un viaje imprevisto debe poder hacerlo sin ningún problema”, añadía Meca.
Por otro lado, “hay vecinos de La Hoya que nos están poniendo de manifiesto su malestar debido a que el autobús hace parada en la rotonda de salida de la Autovía, sin acercarse siquiera la antigua estación; imagínate lo que supone esto, además, para una persona con movilidad reducida; y sin ninguna marquesina que sirva de cobijo y resguardo para los usuarios”, explicaba Ángel Meca.
Desde el Ayuntamiento, insistía el edil, “queremos dar voz a Asdifilor y solicitamos que se mejore esa Accesibilidad Universal para todas las personas. Vamos ya camino de tres años sin servicio de Renfe y a la vista está que va a ser mucho más”.
Por su parte, José Luis Llamas, Presidente de Asdifilor, explicaba su día a día y el de muchos usuarios con movilidad reducida que necesitan el autobús para desplazarse, a falta de trenes de cercanías. “Pensamos que es una situación bastante discriminatoria; y es que cuando llamas (si te cogen) te dan una plaza, no un billete. Si ahora mismo quiero coger este mismo autobús, no puedo. Además yo no cómo saber cuántas personas han llamado solicitándola”.
Ante la posibilidad de reclamarlo ante los tribunales, Llamas ha hecho mención de “los elevados costes, a los que una asociación como Asdifilor no puede hacer frente. Estamos hablando de un colectivo que se siente discriminado y necesitamos una solución”.