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Afloran dos paños de la Torre 9 de la muralla tras el derribo de una edificación junto al Porche de San Antonio de Lorca

El ‘Plan Especial de Protección de la Muralla’ pretende recuperar vestigios de la antigua fortaleza medieval de la Ciudad

La medina de lurqa estuvo fortificada con una importante muralla de dos kilómetros que protegía la población

María Hernández Benítez, edil de Urbanismo: “Al perder su funcionalidad defensiva la muralla y las torres fueron reutilizadas como cimentación en las edificaciones, lo que ha permitido una mejor conservación”

Rosa María Medina Mínguez, edil de Desarrollo Local y Empleo: “Trabajamos en un proyecto que pretende poner en valor los nuevos hallazgos, pero también crear una conexión entre las calles Zapatería y Gigante”

Jueves, 5 de diciembre de 2024. La demolición de una edificación junto al Porche de San Antonio ha permitido que afloren dos paños de la Torre 9 de la antigua Muralla Medieval de Lorca. La actuación está enmarcada dentro del ‘Plan Especial de Protección de la Muralla’ que pretende recuperar vestigios de la antigua fortaleza de la Ciudad, como han explicado este jueves las ediles de Urbanismo y Desarrollo Local y Empleo, María Hernández Benítez y Rosa María Medina Mínguez, respectivamente.

“Al perder su funcionalidad defensiva la muralla y las torres fueron reutilizadas como cimentación en las edificaciones, lo que ha permitido una mejor conservación. La demolición de las construcciones adosadas a la fortificación, han ido permitiendo recuperar torres y cortinas y así conocer el trazado de la que era muralla de defensa de la ‘vieja ciudad’. La medina de Lurqa estuvo fortificada con una importante muralla de dos kilómetros que protegía la población. Esta protección estaba reforzada con torreones cuadrangulares y rectangulares que se podían encontrar cada cierta distancia”, ha explicado la edil de Urbanismo.

La demolición de la construcción, entre las calles Cava y Gigante, han posibilitado nuevos hallazgos. “Es aún prematuro, porque hay que descarnar las paredes de la vivienda que están adosadas a los muros de la torre y la muralla, pero ya se puede visualizar una esquina de la Torre 9. Se han hallado dos paños en un ángulo de 90 grados y particiones interiores”, ha añadido Hernández Benítez.
Un proyecto pretende poner en valor los nuevos hallazgos y crear una conexión entre las calles Zapatería y Gigante. “Las excavaciones arqueológicas efectuadas desde hace años han permitido que poco a poco vaya aflorando la muralla y las torres y que se conozca su trama, en torno a las calles Pozos, Zapatería, Abad de los Arcos, Cava y Gigante. En esta zona, concretamente, las excavaciones con motivo de la restauración y musealización del Porche de San Antonio, permitieron ampliar el conocimiento del poblado calcolítico conservado en el subsuelo del casco urbano de Lorca. La muralla islámica del Porche de San Antonio hunde su cimentación rompiendo el deposito prehistórico del poblado, de la segunda mitad del III milenio a.C., como ya se pudo comprobar en las excavaciones arqueológicas realizadas en la calle Rambla, en el convento de las Mercedarias y el Colegio de la Purísima. En esta zona pretendemos un paso que una las calles Zapatería y Gigante”, ha aportado la edil Medina Mínguez.

Los estudios de los alzados de los muros y las tres torres que integran el entorno del Porche de San Antonio permitieron conocer que a partir de la Capitulación de Lorca (1244) y a lo largo de más de 250 años, las murallas de tapial se fueron reparando y sustituyendo por muros y torres de piedra. El Porche de San Antonio fue rehecho en su totalidad a partir de la ocupación castellana con muros de piedra que cimientan sobre los restos de tapial de época almohade.

Es probable que se remodelase su interior en el siglo XVII para instalar la pintura mural de San Ginés y las rocallas que decoraban la parte superior de la pared sur. Los primeros trabajos de restauración conocidos están datados en torno a los años treinta. La intervención la realizaron sus propietarios entonces, los Condes de San Julián. Los trabajos fueron dirigidos por Joaquín Espín Rael.
Ambas, han insistido en que las pretensiones a largo plazo son ir descubriendo la antigua Muralla que fue ‘engullida’ con las construcciones que se le adosaron a uno y otro lado. “A comienzos del siglo XVI es cuando la ciudad avanza más allá de la muralla y ésta queda oculta a uno y otro lado”, ha recordado la edil de Desarrollo Local y Empleo que ha destacado que son visibles en torno a 190 metros de fortificación datada entre los siglos XII y XV, en el barrio de San Juan.

Aún queda mucho por descubrir, han aportado, mientras ha comenzado a redactarse un proyecto para la adecuación y puesta en valor de esta zona, que permitirá recuperar el trazado completo de la Torre 9 y la Cortina 13 de la muralla, entre las calles Cava, Gigante y Zapatería. “Mediante plataformas se pretende que se pueda intuir el volumen de la torre. Que el visitante pueda entender el trazado de la muralla y la existencia de la torre. El proyecto lleva consigo la creación de un espacio público, así como la posibilidad de conexión entre las calles Zapatería y Gigante”, ha concluido la edil de Desarrollo Local y Fomento.

LAS PUERTAS DE LA MURALLA
Puerta de la Fuente del Oro. Localizada la calle Rambla.
Puerta de San Ginés. En la calle Gigante y denominada Porche de San Antonio.
Puerta de Gil de Ricla. En el Conservatorio de Música Narciso Yepes.
Puerta de los Santos. Estuvo ubicada junto a la antigua Colegial de San Patricio.
Puerta de Cervera. Estuvo en las proximidades del atrio de San Pedro.
Puerta del Postigo. Desaparecida.
Puerta de la Judería. Desaparecida.