Los operarios han comenzado por la revisión de los anclajes existentes y colocando los nuevos que servirán para realizar la ampliación, con cerca de 400 m² de lona, que cubrirán desde la zona del Casino hasta la calle Zorrilla
Este es el séptimo año que se lleva a cabo la iniciativa en la calle Corredera, Alporchones y adyacentes, con 1.500 m² de tela ignífuga, que se suman a los 350 metros de los toldos permanentes situados en la plaza Arcoíris
El fin de la actuación es crear espacios de sombra, reducir la temperatura en los meses de verano y favorecer el comercio en las horas más calurosas del día
Lorca, 28 de mayo de 2025. Los ediles de Medio Ambiente y Turismo del Ayuntamiento de Lorca, María Hernández y Santiago Parra, respectivamente, han supervisado estos días la revisión, a cargo de los operarios municipales, de los anclajes de sujeción de los más de 1.500 m² de lona destinados a crear espacios de sombra en las calles peatonales principales del casco antiguo de la ciudad, y que veremos en los próximos días.
Esta iniciativa de adaptación al cambio climático, que cumple siete años de vida, se dirige fundamentalmente a la disminución de las islas de calor, mediante la creación de pasillos de sombra, que además reducirán la temperatura en los meses de verano y favorecerán el comercio en las horas más calurosas del día.
Como principal novedad, además de las calles Corredera, Alporchones y adyacentes, que soportarán unos 1.500 m² de tela ignífuga, y de la plaza Arcoíris, que cuenta con un oasis permanente gracias a los 350 m² de toldos instalados, se añade este año la calle Pío XII, que suma otros casi 400 m² de lona, que cubrirán desde el Casino hasta la calle Zorrilla, “una reivindicación histórica de los viandantes, pero sobre todo de los comerciantes de esta travesía, que también se verán beneficiados, tras haber conseguido las autorizaciones de los propietarios de las fachadas en las que se instalarán los toldos, y cuyos nuevos anclajes ya se están colocando”, ha informado María Hernández.
El presupuesto de esta intervención asciende a 104.345 euros y contempla los gastos de desmontaje de los toldos, que se llevó a cabo el año pasado, la colocación de los anclajes y la adquisición del cableado y lonas de la zona de ampliación, la instalación de los toldos este año y el desmontaje y limpieza de los mismos pasada la época estival. Además de suministrar las lonas necesarias para la reposición de las que se encuentren en mal estado de las colocadas los años anteriores.
Su ejecución forma parte de las actuaciones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiadas por la Unión Europea-Next GenerationEU, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Estado español, para la actuación nº 2 (Eje 1: Transición verde y sostenible) del Plan de Sostenibilidad Turística del Gobierno regional, del Instituto de Turismo de la Región de Murcia (ITREM).
El ‘Plan de Sostenibilidad Turística en Destino’, ha recordado Parra, “tiene el objetivo principal de mejorar la oferta turística del municipio, haciéndola más accesible, innovadora y respetuosa con el entorno y en él se recogen distintas actuaciones en materia de sostenibilidad, digitalización y adecuación de espacios al uso turístico, llevando asociado distintas etiquetas ambientales; actuaciones que se enmarcan en cuatro ejes clave: transición verde y sostenible, mejora de la eficiencia energética, digitalización y competitividad turística”.
“Cabe destacar que los comerciantes y hosteleros de estas zonas nos han hecho llegar lo satisfactorio de estos ‘oasis de sombra’ y la buena aceptación que tienen. Prueba de ello es que cada año solicitan que se instalen e incluso que se amplíen las zonas cubiertas con el objetivo de crear nuevos recorridos de sombra”, ha sumado el edil.
María Hernández, por su parte, ha destacado que “el inicio de esta iniciativa fue fruto del proyecto LIFE ADAPTATE con el que el Ayuntamiento de Lorca se sumó para, entre otras cosas, realizar una acción piloto para la adaptación al cambio climático, a través de un estudio paralelo a la instalación de los toldos en el que se analizaron sus efectos en las calles cubiertas”.
Estos estudios aportaron una reducción media de la temperatura del aire entre los sensores al sol y a la sombra de 5ºC, llegando en algún momento puntual a reducir hasta 9ºC; entre los sensores que recogían la temperatura del suelo soleado y del suelo protegido del sol por los toldos, se obtuvo una media de entre 10ºC y 15ºC, llegando en algún momento a superar los 20ºC. Este calentamiento del suelo que irradia hacia los viandantes sumado a la bajada de temperatura proporcionada por la sombra de los toldos hace que la sensación térmica de los usuarios sea de una temperatura mucho más baja en las zonas protegidas frente a las zonas soleadas.
Hernández ha reseñado que “esta bajada de la temperatura y esa sensación térmica no sólo se produce en las horas de sol, sino que también una vez que el sol se ha ido, al estar el suelo más fresco, la sensación de calor es menor; beneficios que se han podido constatar, tanto en los datos obtenidos en las mediciones realizadas como en las encuestas llevadas a cabo durante el proyecto LIFE ADAPTATE y por los propios comentarios de los viandantes”.