Asimismo estrenará un Báculo de varilla de sección circular
La Concejal de Cultura y Festejos del Ayuntamiento de Lorca, Rosa Medina, y el Presidente de la Federación San Clemente, Luís Antonio Torres del Alcázar, han presentado esta mañana el Báculo y la escolta de Maceros que han realizado con el fin de custodiar, embellecer y ensalzar la figura del Patrón de la Ciudad de Lorca, dentro de su clara apuesta por incrementar el patrimonio de la Federación y el engrandecimiento de las Fiestas en honor al Patrón.
Los maceros son personajes simbólicos que han representado siempre el poder y la autoridad y jurisdicción de los ayuntamientos o concejos.
Antiguamente los maceros municipales fueron protectores de reyes, nobles y grandes personalidades de época medieval.
Sus primeros antecedentes hay que relacionarlos con las propias mazas de ceremonia que portan, originariamente armas de defensa que constan entre los útiles guerreros de los caballeros medievales.
Como apunte curioso, destacar que Lorca, cuando fue nombrada Ciudad por privilegio del Rey Juan II de Castilla, los maceros pasan a llevar la maza sobre los brazos, como vemos en la foto, y no sobre el hombro.
Siguiendo la tradición de los Reyes Castellanos y haciendo uso de un privilegio concedido por el Juan II de Castilla a Lorca en 1442, a partir de este año 2010, darán escolta al santo Patrón de la Ciudad y Tercer Papa de la Cristiandad, Cuatro maceros que representan los cuatro puntos cardinales a los se dirigen las bendiciones y la protección de San Clemente en clara alusión a la Bendición Urbe et Orbe.
Los atavíos están realizados en terciopelo ?sifón? de color burdeos bordados con las Armas de Castilla en recuerdo a la pertenencia castellana de Lorca; presentando al frente el escudo de la Ciudad de Lorca, y a la espalda el del Patrón.
Los tocados se rematan con tres plumas de avestruz de color blanco, rojo y azul en recuerdo alas estelas de la Torre Alfonsina, las cubiertas de San Patricio y la Vía Sacra de la Sinagoga.
En las manos portan mazas de bronce plateadas de varilla torsa rematadas con seis hojas de acanto en alusión a las seis grandes devociones lorquinas; todo ello cerrado por corona de canastilla de flores que en número total de 59 recuerdan las pedanías lorquinas de antaño y las actuales
Por otra parte, estrena Báculo de varilla de sección circular decorada con ornamentación vegetal exclusiva que se remata en roleo de decoración floral presentando una composición armónica y abierta como símbolo de ecumenismo.
Todo el conjunto está realizado en bronce recubierto de plata.