Lorca recuerda el XXX aniversario de la catástrofe nuclear de Chernobyl con una conferencia-testimonio en la que participarán dos liquidadores bielorrusos
Tendrá lugar esta tarde a las 20:00 h en el Centro Cultural de la Ciudad, con la presencia del Vicedirector del Instituto Radiológico de Minsk, Vladimir Babenko, y el militar Alexander Shimanski.
15 de abril de 2016. La Concejal de Oenegés en el Ayuntamiento de Lorca, Fátima Mínguez, ha informado que el municipio recuerda esta tarde a las 20:00 h el XXX Aniversario de la catástrofe nuclear de Chernobyl con la celebración de una conferencia-testimonio en la que van a estar presentes dos ciudadanos bielorrusos que trabajaron sobre el terreno. Se trata de Vladimir Babenko, vicedirector del Instituto Radiológico de BELRAD, ubicado en Minsk, autor de más de 30 publicaciones, incluyendo una muy conocida en Japón “Cómo protegerse y proteger a su hijo de la radiactividad”. Su entidad estudia los efectos de la radiación especialmente en niños, al tiempo que realiza campañas de protección entre la población de la zona y realiza múltiples estudios al respecto.
Junto a Babenko estará presente Alexander Shimanski, militar que estaba en la tercera tropa de ingeniería y cuya labor se centró en recomponer el territorio tras las consecuencias del accidente. La principal tarea de la tropa era la descontaminación de la estación. Su unidad militar (base) se encontraba en la frontera del perímetro de 30 km establecido. Su trabajo consistía en controlar la exactitud de los pedidos, la definición del tiempo de trabajo en áreas con altos niveles de radiación de acuerdo con las tablas de espacio de control dosimétrico.
Mínguez Silvente ha manifestado que para hacernos una idea de las consecuencia de aquel desastre cabe señalar que la cantidad de material radiactivo liberado fue unas 500 veces mayor que el de la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, causando directamente la muerte de 31 personas y forzó al gobierno de la Unión Soviética a la evacuación de 116 000 personas provocando una alarma internacional al detectarse radiactividad en, al menos, 13 países de Europa central y oriental. Después del accidente, se inició un proceso masivo de descontaminación, contención, tareas paralelas y mitigación que desempeñaron aproximadamente 600.000 personas denominadas liquidadores, como es el caso de los ponentes que participan esta noche a las 20:00 h en el Centro Cultural de la Ciudad en una conferencia sobre el tema.
Estas personas trabajaron en las zonas circundantes al lugar del accidente, donde se aisló un área de 30 km de radio alrededor de la central nuclear conocida como Zona de alienación, que sigue aún vigente. Los trabajos de contención sobre el reactor afectado evitaron una segunda explosión que podría haber dejado inhabitable a toda Europa.
Estamos hablando de conferencias testimoniales realizadas por personas que vivieron el accidente nuclear de Chernóbil de forma directa, bien como población residente y evacuada, bien como participante directo en los trabajos de reducción de las consecuencias. Dichos testimonios, se destinan a la población en general, y especialmente, a jóvenes. Todo ello, encaminado a destacar tres aspectos fundamentales:
1.- Abrir nuevas perspectivas futuras e información sobre la energía nuclear.
2.- Revalorizar y reivindicar el trabajo de los testigos que hablarán de sus experiencias intentando dar una visión real y de primera mano que pueda hacer comprender el alcance y el horror de esta catástrofe.
3.- Rememorar y perdurar en la memoria a las víctimas de ambas catástrofes.
La Asociación Familias Solidarios con Bielorrusia se formó con el objetivo de contribuir a paliar las desastrosas consecuencias producidas por la radioactividad sobre la población Bielorrusa y en particular sobre la infancia, que padece las consecuencias del accidente nuclear de la Central Nuclear de Chernóbil en la república de Ucrania el 26 de abril de 1986. Desde hace varios años se viene desarrollando un programa de acogida de niños por parte de familias lorquinas.
Cabe recordar que la catástrofe nuclear de Chernóbil tuvo graves consecuencias ecológicas y socioeconómicas que perjudican hasta hoy la salud del pueblo bielorruso. Los distritos colindantes de Braguin, Khoynilki y Narobia en la Región de Gómel limitan con el territorio de la central nuclear de Chernóbil en Ucrania y presentan la contaminación radiactiva más alta de Bielorrusia.