Se trata del programa de acogida temporal de verano, promovido por la Asociación de Familias solidarias con el Pueblo Bielorruso de Lorca, que este año está compuesto por 78 menores bielorrusos. La estancia en España de los niños bielorrusos finaliza el 24 de agosto, por lo cual un periodo perfecto para que los menores puedan disfrutar de la buena alimentación mediterránea y de unas mejores condiciones de vida
24 de junio de 2016. La Concejal de Oenegés del Ayuntamiento de Lorca, Fátima Mínguez, ha informado que mañana sábado 25 de junio llegarán a la ciudad 78 niños bielorrusos, de edades comprendidas entre los 7 y los 17 años, que pasarán sus vacaciones de verano con familias españolas. Se trata del programa de acogida temporal de verano, que este año está compuesto por 78 menores bielorrusos. Esta iniciativa promovida por la Asociación de Familias solidarias con el Pueblo Bielorruso de Lorca se viene desarrollando durante 20 años consecutivos. Los niños y niñas son acogidos por familias que son aprobadas por los servicios sociales y que residen en su mayoría en el valle del Guadalentín. La estancia en España de los niños bielorrusos comienza mañana y finaliza el próximo día 24 de agosto. Se trata de un periodo perfecto para que los menores puedan disfrutar de la buena alimentación mediterránea y de unas mejores condiciones de vida.
Fátima Mínguez ha añadido que “de los 78 menores procedentes de Bielorrusia, 20 niños van a pasar estos meses de vacaciones en nuestra ciudad, los cuales llegarán mañana tras haber estado 2 días de viaje atravesando Europa. Esta iniciativa produce numerosos beneficios para los niños ya que a raíz de la catástrofe de Chernobyl, las regiones donde viven estos pequeños se han perjudicado por las precipitaciones radioactivas derivadas del accidente nuclear, puesto que dichos territorios conservan contaminación radiactiva”.
La asociación Familias Solidarias con el pueblo bielorruso, potencia y mejora cada año su actividad, y no sólo dedica sus esfuerzos a este programa de vacaciones sino que, además, el resto del año patrocina actuaciones muy concretas en las propias zonas de ese país como la región de Mogilev de donde son originarios estos niños, directamente afectadas por el incidente nuclear de Chernobyl. Esta situación representa un peligro constante para la salud de los niños que respiran el aire contaminado y comen también productos contaminados radiactivamente. Por ello, la estancia temporal en un país limpio ecológicamente, como España, produce un efecto beneficioso para la salud de estos niños. Según estudios realizados, se necesitan un mínimo de 45 días para mitigar los efectos de las radiaciones en organismos infantiles con deficiencias nutricionales y así poder disminuir las secuelas que les hayan podido producir.
En años anteriores, los niños que participaron en dichas acogidas regresaron a su país con su salud fortalecida y con un aumento de peso corporal comprendido entre 3 y 5 Kg. por niño. Estos datos, junto con las experiencias vividas por cada uno de los menores favorecen que cada año se siga atendiendo las necesidades de los niños y fomentando las ayudas que tanto necesitan.