Ayuntamiento y Aguas de Lorca solicitan colaboración ciudadana para evitar que más de 100 toneladas de toallitas dañen cada año la red de saneamiento
La retirada de las toallitas cuesta más de 6.000 € anuales. Los sobrecostes que estos residuos suponen al mantenimiento de los sistemas puede incrementarlos entre un 15 y un 20%.
2 de diciembre de 2016. El Concejal de Agua en el Ayuntamiento de Lorca, Ángel Meca, junto al Gerente de Aguas de Lorca, Francisco Quesada, han realizado esta mañana un llamamiento a la colaboración ciudadana que contribuya a acabar con el mal hábito de algunas personas de tirar a la red de saneamiento diferentes residuos urbanos no degradables, que generan múltiples incidencias en la misma.
El Concejal de Agua se ha referido en concreto al caso de las toallitas húmedas, producto del que Aguas de Lorca tiene que retirar cada año más de 100 toneladas que son lanzadas indebidamente a las alcantarillas municipales, y capturadas en las instalaciones sanitarias y depuradoras.
En los últimos años el uso de este tipo de toallitas húmedas se ha generalizado. Se trata de un elemento que se empezó a comercializar para bebes y se ha ido extendiendo a otros usos, como desmaquillantes, limpieza de manos, sustituto del papel higiénico… El problema se genera, principalmente, porque algunos de estos paquetes se venden argumentando ser “biodegradables”, a pesar de que no lo son, y al ser desechadas por el inodoro terminan en la red municipal.
Para que una toallita se descomponga requiere un periodo que varía dependiendo de su composición. El tiempo que utilizan las aguas residuales en ir de los sanitarios de una vivienda a las depuradoras suele estar entre 6 y 8 horas, un intervalo insuficiente para que las toallitas se descompongan.
Cabe señalar que, en el mejor de los casos, las toallitas se rompen en jirones que facilitan que se entrelacen entre sí o con otros residuos (bastoncillos, algodones…) pudiendo provocar grandes atascos y generando incidencias en la red.
Como consecuencia del uso de las toallitas, a la Estación Depuradora de La Hoya de Lorca, están llegando unas 100 toneladas cada año de toallitas, lo que supone que cada habitante de Lorca está desechando al año por el alcantarillado un kilo de toallitas, aproximadamente.
Esta cantidad de toallitas llega a la depuradora a través del agua del alcantarillado, donde provocan problemas de atranques en las rejas y en las bombas del pre tratamiento.
Aguas de Lorca ha establecido un sistema específico en la depuradora de La Hoya para eliminar la masa en la que se aglutinan estos elementos. Esta amalgama se va eliminando primero en una reja automática ubicada en la entrada del pozo de bombeo. Este mecanismo se instaló a finales de 2012, al detectarse que la presencia de las toallitas estaba empezando a afectar a los equipos de la depuradora, provocando episodios de atranque con mucha frecuencia.
El agua, a continuación, se hace circular por distintos filtros y tamices que se instalaron en el área de pre tratamiento de la depuradora.
La presencia de estos residuos viene provocando que las labores de limpieza de rejas, tamices, bombas y resto de equipos se tenga que realizar cada vez con mayor frecuencia. Estamos hablando de un trabajo de elevada importancia, ya que si se atascan las bombas se podría producir un vertido de agua residual sin depurar.
El problema de las toallitas está generando un sobrecoste en la gestión de la depuradora, derivado del aumento en la periodicidad de las tareas de limpieza de equipos, a lo que se suman los gastos en mantenimiento de bombas y rejas, mayor consumo energético, así como otros gastos por la retirada y gestión de los residuos.
Estamos hablando de un problema que necesita de la implicación y colaboración de todos los lorquinos, ya que tenemos que ser conscientes de que solo la retirada y gestión de las toallitas cuesta más de 6.000 euros cada año, y los sobrecostes que estos residuos suponen al mantenimiento de los sistemas sanitarios puede incrementarlos entre un 15 y un 20%. Todo esto se evitaría si consiguiéramos entre todos tener el simple gesto de tirar las toallitas a una papelera.
El Edil de Agua ha solicitado a los ciudadanos que realizan este mal uso que no utilicen el inodoro como papelera para tirar bastoncillos, papeles toallitas etc., puesto que ahorrarán en consumo de agua, se evitarán atranques en el alcantarillado y se contribuirá a que el agua depurada sea de mejor calidad y se encuentre en condiciones más favorables para su reutilización.